Jorge Newbery explotó en el segundo tiempo y resolvió un partido que parecía bloqueado en su primera parte.

Jorge Newbery explotó en el segundo tiempo y resolvió un partido que parecía bloqueado en su primera parte. Lo abrió Alexander Vera y después Gastón Barrientos y Julián Beloqui le aseguraron tres puntos clave al Lobo a una semana del clásico. Fabián Zúñiga marcó el descuento para Saavedra.

La promesa era la de un partido signado por el vértigo y la intensidad. Parecía no haber pausas y las transiciones se hicieron una moneda corriente con volantes que congestionaron la circulación y algunas variantes que pretendieron romper con sorpresa. Sin Franco Domínguez, el “Lobo” cargó el peso ofensivo en Tahiel Cárcamo, de buena tarea y Beloqui y Saavedra apostó al posicionamiento de Luciano Contreras como principal referencia para jugar.

Todo lo que se prometía, se fue diluyendo con la acción porque pasó muy poco cerca de los arcos. Y la fricción estuvo en las zonas improductivas: Bellido, Marchant y Zúñiga parecían ser los dueños de la escena en el equipo del Parque y enfrente creció el rol de Tahiel Cárcamo, retrocediendo en busca de acción.

El primer tiempo pasó sin emociones. El partido recién se abrió con el gol; nació otra pulseada territorial en donde Jorge Newbery se adaptó mucho mejor: Vera apareció como un socio en la administración y como el que golpeó con más efectividad: Beloqui presionó una salida; robó una pelota ajena y cedió para el diez, quien remató desde fuera del área, abajo e inalcanzable para la estirada de Marcos Funes justo en el minuto 13. Ninguna desgracia.

Rodrigo Cárcamo le rompió la camiseta a Bruno Elorrieta.

Saavedra acusó recibo y se plantó dispuesto a dar batalla. Fue Fabián Zúñiga quien terminó pescando un rebote tras un tiro libre que significó el 1-1. Un golpe de efecto en medio de un partido que ahora sí, parecía tomar color.

La embestida final mostró a Newbery en su máxima expresión. De nuevo, Tahiel Cárcamo fue el punta de lanza dentro de un rendimiento colectivo para destacar. A los 36’ Barrientos cabeceó un corner y la pelota, tras un desvío en Torres, terminó durmiendo en la red.

Ahí cuando había que asegurar, el equipo de Tatángelo pareció apelar a la chapa de ser puntero y desde la autoridad, explotó los descuidos del fondo local como un par de intervenciones en falso de su arquero. Un rasgo de impotencia resultó la presencia de Llesona, un defensor improvisado como delantero y la falta de peso para intentar la hazaña, quebrado ante la adversidad.

Gabriel Toledo de un Newbery que lo ganó sobre el final.

Julián Beloqui empezó y terminó su mejor maniobra individual y gritó el tercer gol a los 39’. Dos gritos con apenas 3 minutos de diferencia, una muestra clara de la contundencia del “Lobo” a la hora de buscar un resultado.

La solidez del líder le permite cambiar; rotar las piezas sin que se pierda rendimiento; no extrañar a su figura y sobre todo, esperar con la confianza por las nubes a su clásico rival en la próxima fecha. Sabiendo que mira a todos desde la cima y en especial, porque sabe golpear en los momentos claves con practicidad y con una mentalidad que lo sostiene en la punta.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *