La alcaldesa de Valencia, María José Catalá (i), y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (d), antes de la mascletà madrileña, en el Palacio de Cibeles, a 18 de febrero de 2024, en Madrid (España).
La alcaldesa de Valencia, María José Catalá (i), y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (d), antes de la mascletà madrileña, en el Palacio de Cibeles, a 18 de febrero de 2024, en Madrid (España).Carlos Luján (Europa Press)

Todo empezó con una apuesta hecha en público, y acabó con un gasto ocultado durante el máximo tiempo posible. El 14 de marzo de 2023, José Luis Martínez-Almeida se desplazó a Valencia e hizo una promesa ante los medios de comunicación: cuando él saliera reelegido alcalde de Madrid en las elecciones de mayo de aquel año, y su compañera del PP, María José Catalá, obtuviera el bastón de mando en la ciudad valenciana, se celebraría una mascletà en la capital de España. Sucedieron las tres cosas. Sin embargo, el 18 de febrero, cuando el puente del Rey se llenó de colores, ruidos y olor a pólvora, apenas se sabía una fracción de lo que había costado que Martínez-Almeida cumpliera con su palabra y con un acuerdo de colaboración firmado entre Madrid y Valencia en la Feria Internacional del Turismo: 45.980 euros en pirotecnia. Ahora se sabe que el coste total fue casi el doble: 80.600,30 euros, según información obtenida por EL PAÍS en aplicación de la ley de transparencia.

“Traer la mascletà a Madrid no es traer, como alguien ha dicho [refiriéndose a la concejal Rita Maestre] una montaña de petardos, sino que es traer la esencia profunda del alma de Valencia”, justificaba la decisión Martínez-Almeida el mismo 18 de febrero.

Así, Madrid Destino se gastó 45.980,00 euros en pirotecnia (incluyendo 307 kilos de pólvora); 4.155,90 en sonido (sonaron pasodobles de fallas, un chotis madrileño o Libre, de Nino Bravo); 4.107,22 en una valla; 3.339,60 en un Informe de vibraciones; o 1.197,90 en una Memoria Medioambiental. Esos dos últimos gastos estaban destinados a asegurar que las explosiones no afectarían a la fauna de la zona: 130 especies de aves como la garza real, el martín pescador, el pito ibérico, el carbonero y la gallineta que han encontrado su hogar en el lugar desde que en 2016 comenzó la renaturalización del Manzanares a su paso por Madrid Río.

Por ello, que el Ayuntamiento eligiera ese lugar para organizar la mascletà provocó las protestas de ecologistas y oposición de izquierdas. Pese a la polémica, allí se presentó una delegación de autoridades valencianas, entre las que estuvo Carlos Mazón, el presidente de la Generalitat, y la alcaldesa Catalá. Junto a ellos, un grupo de la Junta Central Fallera.

Mascletá en Madrid Rio.
Mascletá en Madrid Rio.Álvaro García

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Este organismo invirtió más de 2.000 euros en una jornada que consideró de máximo interés para promocionar la fiesta valenciana y su industria adscrita. Así, según información proporcionada en aplicación de la ley de transparencia, desplazó a decenas de personas hasta la capital de España, alquiló un autobús por 710 euros y organizó una comida por 1.400 en el hotel Chamartin The One a la que asistieron 43 personas: la Fallera mayor y su corte; la Fallera mayor infantil y su corte; la directiva de la junta central; siete acompañantes, un fotógrafo…

Por su parte, el desplazamiento de la alcaldesa, acompañada por una asesora, un especialista en seguridad, y tres en protocolo, costó 386,18 euros, según información proporcionada por el Ayuntamiento y referente al gasto de los respectivos billetes de tren. Finalmente, el portal de transparencia del Gobierno autonómico valenciano solo recoge el gasto de 152 euros por el desplazamiento de la directora general de la oficina de prensa de la Presidencia.

En 1969, Madrid ya tuvo su mascletà: fue en plena Plaza Mayor y con motivo de las fiestas de San Isidro. Por la misma razón volvió a oler a pólvora en la capital allá por 1982, y en la Plaza de España. Sin embargo, es previsible que ni la una ni la otra se acercaran en gasto de dinero público a la que mascletà que organizó Martínez-Almeida este año: entre todas las administraciones, casi 100.000 euros.

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