Cuatro meses después de haberlo anunciado en la Apertura de Sesiones del Congreso, el presidente Javier Milei tendrá su esperado Pacto de Mayo, evento en donde se firmará un Acta con diez acuerdos básicos para establecer políticas de mediano y largo plazo que, según alegan en la Casa Rosada, permitirán «sacar a la Argentina adelante».

El acto tendrá lugar en la Plaza Independencia de Tucumán; allí estará presente todo el Gabinete Nacional, gobernadores, delegados de cámaras empresarias y Mauricio Macri, como el único de los exmandatarios que aceptó la invitación.

La realización de esta ceremonia se hizo esperar. Fechada originalmente para el 25 de mayo, el Pacto debió posponerse por las demoras que sufrieron la Ley Bases y el paquete fiscal, sancionada dos semanas atrás. Esa aprobación legislativa es considerada por el Gobierno como la culminación de una primera fase de la gestión mileista.

Ahora, esperan que la firma del Acta de Mayo funcione como una suerte de salvaguarda para que la oposición se comprometa a apoyar las medidas que el oficialismo proponga y que se atengan a los diez lineamientos refundadores.

Aun así, diferentes actores de la oposición que se mostraron colaborativos con el Gobierno afirman -en público y en privado- que con las facultades delegadas y las nuevas herramientas de gestión que le fueron brindadas a Milei, serán más escrupulosos con la gestión nacional.

Signo de ello es el comunicado lanzado el sábado por Hacemos Coalición Federal, el bloque que en Diputados preside Miguel Pichetto, que rechazó la invitación para ir a Tucumán y le pidió al oficialismo «acciones concretas» y «una relación institucional razonable». Los cuatro ministros de la Corte Suprema, los expresidentes (a excepción de Macri) y las entidades gremiales también se ausentarán.

Este último sector es uno de los seis que serán citados con posterioridad a la firma del acta para constituir el Consejo de Mayo, un organismo ad-hoc que tendrá un representante del Poder Ejecutivo, de Diputados, del Senado, de las provincias, de las entidades gremiales y del sector empresarial para discutir y formular los proyectos que permitan cumplir con los diez acuerdos del Pacto.

Uno de los puntos pide formular una nueva fórmula de coparticipación federal. «Es más fácil cambiar la Constitución», bromeaba un importante gobernador. Hasta el cierre de esta edición, había 17 provincias confirmadas, 5 que declinaron la invitación (Buenos Aires, Formosa, La Pampa, La Rioja y Tierra del Fuego) y 2 que mantenían en reserva su decisión: Santa Cruz y Santiago del Estero.

El santacruceño Claudio Vidal se muestra molesto con el Gobierno por la indefinición sobre las represas hidroeléctricas de su provincia y los planes libertarios sobre YCRT e YPF. El norteño Gerardo Zamora tiene un vínculo saludable con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, aunque no tiene esa sintonía con el jefe de Estado. Era una posibilidad que asista pero que no firmara el acta.

La asistencia a la vigilia del 9 de julio que se hará esta jornada a la noche no es garantía de acompañamiento total al Gobierno. Por ejemplo, los gobernadores continúan movilizando el reclamo por los fondos de la Anses.

En particular, la CABA comenzó a presionar a través del PRO a nivel nacional por el cumplimiento de la deuda por la coparticipación que Nación mantiene con ese distrito desde la gestión pasada. El expresidente Macri se sumó a ese reclamo y teje una relación cada vez más tensa con Libertad Avanza y, en particular, con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Las cámaras del G6 empresarial (ADEBA, BCBA, CAC, CAMARCO, SRA y UIA) también estarán presentes. Aunque ven de manera positiva la firma del Pacto, consideran que el Consejo de Mayo no cambiará expectativas en el corto plazo y que se precisan gestos más concisos para el segundo semestre de gestión. Fuente: El Cronista.

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