Impactará directamente en el acceso a los mercados, en la desregulación de los servicios aeroportuarios, en los servicios de rampa y en los de transporte.

La reformulación y nueva reglamentación del Código Aeronáutico, quedará concretada a través de 10 decretos que la Secretaría de Transporte de la Nación tiene en carpeta 10, y que han sido consensuados en reuniones realizadas con la casi totalidad de los actores de la industria aérea e impactarán directamente en el acceso a los mercados, en la desregulación de los servicios aeroportuarios, en los servicios de rampa y en los de transporte, según indicaron fuentes oficiales.

Respecto a los servicios de transporte, no habrá más diferencias entre aeronaves de gran porte y de mediano y menor porte, con lo cual se agilizarán muchísimo los tiempos, indicaron las fuentes.

Lo que se busca con esta medida, es que si alguien quiere invertir en la industria aérea en el país, lo pueda hacer solicitando una autorización aerocomercial. No obstante, aclararon que, en lo que hace a seguridad operacional, tendrá que ser la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) la que certifique todo lo que tenga que ver con los principios seguridad operacional.

La baja en el valor de las tasas aeroportuarias, es otro de los temas que se está analizando en profundidad, aunque en este caso presenta algunas dificultades para su implementación. Las fuentes admitieron que “se trata de un problema de caja” e hicieron referencia a la negativa de los diferentes sectores a resignar parte del porcentual que están cobrando en estos momentos.

Admitieron que “no es posible” que las tasas internacionales para vuelos a países limítrofes tengan un costo varias veces superior a las nacionales, cuando en muchas ocasiones el tiempo de vuelo es menor, como por ejemplo la diferencia que hay en los costos que se abonan para un servicio a Ushuaia, con casi cuatro horas de vuelo y el servicio a Santiago de Chile, que desde Buenos Aires demanda menos de dos horas.

Señalaron que “las tasas nacionales no son un problema”, pero la suma de impuestos que afectan al pasaje internacional, como por ejemplo el 7% al Turismo, o lo que se paga por servicios aeroportuarios internacionales, encarecen en demasía el costo final de los tickets y a la hora de plantear las necesarias modificaciones, nadie quiere que su porción se achique.

Destacaron que este sistema tributario favorece a muchos en este momento, pero no se entiende que perjudica a la industria. Que si se lograse una reducción significativa en los montos de las tasas, habría más empresas queriendo operar en el país, haría más ingresos, más trabajo y por consiguiente nadie, en definitiva, perdería, sino que todos ganarían.

En otro orden, anticiparon que se está por firmar un acuerdo de libre comercio entre los Emiratos Árabes y el Mercosur, pero si esa gestión no prospera, debido a las diferencias existentes en estos momentos entre los países integrantes del Grupo, se decidiría la firma bilateral con cada uno de los países, incluido Argentina.

La intención de los Emiratos es venir a invertir en el sector aerocomercial, en aeropuertos, infraestructura en servicios de rampa y en aerolíneas, sobre la base de los acuerdos que se han logrado y los que se tienen en carpeta.

Aseguraron que los acuerdos firmados, además de ser acuerdos bilaterales entre países, se fundamentaron en Memorandos de Entendimiento, lo que, en alguna medida garantiza la continuidad de los mismos, más allá de quien esté en el gobierno.

Ratificaron que estos acuerdos eliminan las limitaciones y habilitan los vuelos de cabotaje en el país de destino, con aviones y tripulaciones del país de origen. Esto implica que por ejemplo, un avión de LATAM Chile, Sky o JetSmart Chile, con matrícula y tripulaciones chilenas, puede operar en Argentina vuelos de cabotaje, pero con personal argentino.

Pero, en recíproca, también las empresas argentinas Aerolíneas Argentinas, Flybondi o JetSmart Argentina podrían despegar desde Aeroparque o Ezeiza, aterrizar en Santiago de Chile o Montevideo, hacer otras escalas internas en esos países y regresar a Buenos Aires, por ejemplo.

Respecto a la confección del DNU, las fuentes señalaron que “se buscó un shock empírico» para modificar una reglamentación que no se cambia hace décadas y que, el principal objetivo apuna a modificar el Código Aeronáutico, eliminando la Doctrina Ferreira (intervención estatal en la aviación comercial por considerarla una actividad estratégica y de soberanía)

Para el avance de las decisiones, se crearon cinco grupos de trabajo con diferentes actores de la industria: aerolíneas, aeropuertos, gremios, aviación general, universidades, organismos del estado, IATA y OACI.

La idea central es la libre competencia y entienden en Transporte que “con la competencia todos ganan” y la conectividad pasa a ser un sistema que subsidie la demanda y no la oferta y en ese plano para el Gobierno, Aerolíneas Argentinas es «un operador más» y que para hacer fomento, está LADE. (NA)

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