Navas, Herrera y Montiel

Futbolistas consagrados, sueldos de millones de dólares y desembolsos económicos en fichajes a la altura de las grandes ligas del mundo. La nueva temporada del fútbol argentino trae consigo una realidad que no se vivía en nuestro país hace muchos años. Con un dólar más competitivo, los considerables ingresos por la disputa de torneos internacionales y el frenesí aún vigente de la consagración en Qatar en 2022, el torneo argentino luce completamente renovado. Fichajes como el de Keylor Navas a Newell’s o Ander Herrera a Boca dan cuenta de esta nueva realidad.

Futbolistas sin arraigo con los clubes en cuestión se animan a vivir la experiencia de jugar en el fútbol argentino y hay disponibilidad económica para abonarles sueldos a la altura de Europa. Más aún, la llegada del empresario norteamericano Foster Gillett como inversor en Estudiantes y los cuantiosos desembolsos que ha realizado para la incorporación de jugadores, no sólo demuestra el nuevo poder de billetera de los equipos argentinos sino que también reavivó el debate por la instauración de las Sociedades Anónimas Deportivas, que lejos de haberse agotado, cobró un nuevo vigor. La Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y el Gobierno nacional avanzan en conversaciones para llevar a buen puerto la idea, dejando en el pasado la rotunda negativa de AFA a la propuesta libertaria.

Ander Herrera

Billetes 

“Quería cumplir mi sueño”, esa fue la razón principal por la que Ander Herrera dejó su España natal para desembarcar en Boca. El futbolista no tenía ningún tipo de arraigo con el club más que el fanatismo que el equipo despierta. Sin embargo, esto poco le importó al momento de cruzar el Atlántico para vivir la aventura del fútbol argentino. Un motivo similar expuso el también ex Athletic de Bilbao Iker Muniaín cuando arregló su llegada a San Lorenzo, quien a pesar de que quiso llegar a River terminó desembarcando en el azulgrana ya que “quería vivir la experiencia de jugar en el fútbol argentino”.

Es que el torneo local siempre ha sido atractivo y respetado por varios factores. La pasión con la que se vive el deporte, el reconocimiento mundial de algunos de los clubes como Boca o River y el nivel futbolístico del fútbol nacional, refrendado con la obtención de la Copa del Mundo en diciembre de 2022.

Gonzalo Montiel

Pero a esos factores que son reconocidos hace años, ahora se suma una nueva realidad que permite situaciones como la llegada del propio Herrera o los casos de Gonzalo Montiel y Lucas Martínez Quarta a River: el dinero. La actual paridad cambiaria permite a los clubes abonar sueldos más competitivos en el mercado internacional, lo cual lleva a volverse más atractivos para los futbolistas. Así, Boca puede darse el lujo de abonar en sueldos más de 2 millones de pesos semanales a jugadores como Edinson Cavani, Marcos Rojo, Sergio Romero o el peruano Luis Advíncula.

A su vez, estas billeteras abultadas dan la posibilidad a los clubes de abonar costos de fichajes elevados. A días que cierre el período para realizar transferencias, el próximo 3 de febrero, el campeonato argentino se ubicó como el quinto campeonato a nivel mundial que más dinero gastó en transacciones. Los equipos que conforman la Liga Profesional desembolsaron 93 millones de euros, sólo por detrás de la Premier League inglesa, el campeonato brasileño, la Ligue 1 de Francia y la Major League Soccer estadounidense.

El podio de los tres más derrochadores lo encabeza Estudiantes de La Plata, con alrededor de 30 millones de dólares, seguido por Boca, que gastó aproximadamente 25 millones de dólares y luego River, con 21 millones. En el caso del “millonario”, se da, además, un fenómeno novedoso. Lejos de incorporar jugadores libres o que no están en los mejores años de su carrera, se apostó por repatriar a figuras surgidas del club que aún tienen muchos años por delante. Gonzalo Montiel, Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta volvieron al club de Núñez dejando atrás lo que hasta hace un tiempo era una norma inalterable: permanecer jugando en el exterior el mayor tiempo posible y luego pegar la vuelta. El nuevo influjo de dinero invirtió la ecuación.

Medina

Cambios

La presencia de Estudiantes en el ranking de los derrochadores es la más disruptiva. El club platense pagó cerca de 15 millones de dólares por el pase de Cristian Medina, ex Boca, y otros 11 millones por Rodrigo Villagra, quien jugaba en River. El desembolso del club tiene un responsable: Foster Gillett, empresario norteamericano que firmó un acuerdo con el club para hacerse cargo de la gestión futbolística a cambio de un desembolso de 150 millones de dólares. Este acuerdo generó un cisma al interior del fútbol local ya que supone una privatización de facto, algo prohibido por el estatuto de AFA. Sin embargo, mientras en Estudiantes analizan la manera de homologar el convenio con Gillett sin violar ninguna norma, lo cierto es que este accionar puede llegar a convertirse en la nueva regla.

Durante el 2024, el gobierno de La Libertad Avanza intentó avanzar con la conformación de Sociedades Anónimas Deportivas, una figura que se usa en muchos otros países del mundo, pero que en Argentina no está avalada. La AFA salió rápidamente a desechar la idea y varios clubes emitieron comunicados rechazando esa opción.

Sin embargo, las aguas se calmaron y ahora parece que un acuerdo entre la pretensión del Gobierno y los directivos de AFA no es tan lejano. “Se avanzaría en un sistema de gerenciamientos privados, aunque quizá no en la figura de Sociedades Anónimas Deportivas. La búsqueda de un punto medio. Pero recién en marzo o abril se va a empezar a discutir y hay que ver”, detalla a NOTICIAS un integrante de la Comisión Directiva de Estudiantes, justamente uno de los clubes más enemistados con Claudio “Chiqui” Tapia.

Así, el fútbol argentino podría atravesar este año un cambio muy grande. Hoy, sobra la plata.

 

Galería de imágenes


Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *