Luego de la dura derrota ante River por el Superclásico del fútbol argentino, Boca se jugaba este sábado en Córdoba ante Belgrano una parada decisiva para el futuro de su entrenador Diego Martínez.
En el estadio Julio César Villagra, más conocido como el Gigante de Alberdi, las cosas no salieron bien: Boca cayó 2 a 0 y sufrió otro duro golpe que despidió a Martínez.
“Presenté la renuncia. Hablé primero con el consejo de fútbol, con el presidente y luego con los futbolistas”, dijo Martínez. “Es la decisión más sana” aseguró. Y cerró con un agradecimiento a los hinchas: “Agradezco y pido disculpas”.
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De inmediato empezó la danza de nombres: Martín Palermo y Fernando Gago entre los primeros.
Martínez jugó una apuesta de riesgo. Decidió darle espacio a algunos juveniles en reemplazo de jugadores como Pol Fernández, Marcos Rojo y Luis Advíncula, entre otros lesionados o que cuentan las últimas horas en el club. El arquero Sergio Romero, suspendido dos fechas por insultar a un plateísta, fue reemplazdo por el juvenil Leandro Brey.