El pasado 9 de julio, en un nuevo aniversario por el Día de la Independencia nacional, el presidente Javier Milei en la histórica Casa de Tucumán firmó, junto con 18 gobernadores, el denominado ‘Pacto de Mayo’, el cual fue postergado debido al tratamiento de la Ley Bases que se sancionó definitivamente hace pocas semanas en la Cámara de Diputados de la Nación.

Los mandatarios patagónicos que firmaron hace días el acuerdo con el Ejecutivo nacional fueron Ignacio Torres de Chubut, Rolando Figueroa de Neuquén y Alberto Weretilneck de Río Negro. Por su parte, Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Sergio Ziliotto (La Pampa), ambos más afines ideológicamente con el peronismo, fueron los dos gobernadores de la región que no rubricaron el convenio.

Una ausencia inesperada aquel 9 de julio en Tucumán fue la del gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, quien tenía intenciones de firmar el Pacto de Mayo ese día pero decidió priorizar la emergencia climática que atraviesa su provincia hace semanas debido al feroz temporal de nieve que complica el normal desarrollo de las actividades que forman parte de la vida cotidiana.

De hecho, la relación entre Claudio Vidal y Javier Milei hoy parece estar en buenos términos, sobre todo teniendo en cuenta que hace algunos días el mandatario santacruceño agradeció el acompañamiento del Ejecutivo nacional debido a la emergencia climática en la jurisdicción, planteando además la buena predisposición del Gabinete con el cual mantuvo, según expresó él, una “excelente recepción y diálogo”.

De acuerdo a publicación de Infobae, en los próximos días se definirá la convocatoria del mandatario de la jurisdicción patagónica a la Casa Rosada para que adhiera al Pacto de Mayo, el cual establece una serie de puntos “innegociables” para que el presidente Milei logre avanzar con su plan de Gobierno.

Los puntos establecidos dentro del Pacto de Mayo son, entre otros, el equilibrio fiscal innegociable, la inviolabilidad de la propiedad privada, la reducción del gasto público a niveles históricos en torno al 23% del Producto Bruto Interno, una reforma laboral moderna que promueva el trabajo formal y una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *