Con 24 años, Alejandro Martí y Borja Vera decidieron hacer un viaje a Estados Unidos. Amigos de la infancia, frente a una panorámica de la ciudad de Austin, se hicieron una promesa: lanzar su propia empresa antes de cumplir 30 años. Su sueño quedó en el aire hasta que en 2019 hicieron otro viaje, esta vez a República Dominicana, donde descubrieron el CBD o cannabidiol, uno de los componentes más importantes de la planta de cannabis. Un año después, durante una tercera escapada a Italia, comprobaron que este producto había llegado a Europa. Entonces lo vieron claro. Basaron en él su apuesta emprendedora, desarrollaron un plan de negocio de 106 páginas y fundaron Votum World. Hoy la compañía cuenta con nueve empleados y una facturación que en 2023 alcanzó los 214.000 euros. Y ellos, con 31 años, han cumplido aquel pacto de su juventud.
El CBD no coloca y, a cambio, tiene diversas propiedades para la salud, aunque las evidencias científicas están todavía en pañales. Su nombre hace que el primer reto de la empresa haya sido superar prejuicios de consumidores y mercado. “Hasta nos decían si vendíamos drogas”, dice entre risas Martí. “Ha sido algo que estamos superando gracias a la realización de estudios clínicos y la inversión en investigación, pero también a otros elementos como la comunicación”, añade ya serio. “Nosotros nos diferenciamos mucho de los usos lúdicos. Lo que hacemos es incorporar el CBD a productos que pueden mejorar el día a día de las personas”, señala Vera.
“Las principales propiedades del CBD son antiinflamatorias, analgésicas y como ansiolítico”, apunta el emprendedor, que destaca que lo que buscan la mayoría de sus clientes es reducir el dolor, la recuperación muscular o disminuir los niveles de ansiedad. Por ello, cremas para deportistas —con algunas líneas recién sacadas al mercado este junio— o aceites sublinguales son los más vendidos entre sus 23 productos disponibles, que esperan sean 36 a finales de año. También cuentan con una línea para mascotas para combatir dolores musculares, mejorar el sueño o reducir el estrés. Todos están inscritos en la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios y otros portales públicos sanitarios.
Los jóvenes empresarios destacan que su mayor partida presupuestaria —unos 150.000 euros— está destinada a investigación de la mano de instituciones públicas y privadas como hospitales y universidades. Además se abastecen de materia prima, aseguran, con criterios de sostenibilidad. “Después del verano empezaremos a explorar el efecto antiinflamatorio, antioxidante o de regeneración de los tejidos”, apunta Martí.
Con filial en México, la empresa se está asentando en el mercado nacional y diversificando sus ventas a través de plataformas como Amazon. Mientras, durante el primer semestre de 2024 han conseguido dar el salto comercial a Italia y se están adentrando en Francia, Portugal y Alemania. “Queremos ir poco a poco y de la mano de la investigación”, destacan los emprendedores, que esperan acabar el año con 13 personas contratadas y una facturación superior a 420.000 euros.
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