A sus 82 años, el ex presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue diagnosticado con cáncer de próstata con un agravante que complica aún más la situación: metástasis en los huesos. Según explican expertos oncológicos, el panorama no es nada favorable, ya que se trata de un tipo de cáncer muy agresivo y, además, el segundo más frecuente entre los hombres del país del norte.
La información, que fue divulgada por un comunicado oficial de su equipo el domingo 18 de mayo, revela que se trata de un tumor “sensible a las hormonas”, con lo cual sería posible tratarlo para atacar directamente su “progresión” o crecimiento. Sin embargo, y a pesar de las certezas con las que se cuentan, existen dudas sobre este tipo de cáncer. ¿Es terminal en todos los casos? ¿Qué tan factible es recuperarse? ¿Cómo se origina? ¿Qué implica que haya metástasis ósea?

Según informaron expertos a AFP, el tumor del ex mandatario está “probablemente demasiado avanzado para ser curado”, pero el tratamiento podría controlar la propagación de la enfermedad durante años. El cáncer de próstata es el más común entre los hombres, según la Sociedad Americana del Cáncer.
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Además, la entidad explicó que dicha condición es especialmente frecuente en ancianos, ya que alrededor del 80 por ciento de los hombres de más de 80 años tienen alguna célula cancerosa en la próstata.
Hay una salvedad: a pesar de ser la segunda causa de muerte por cáncer en los hombres, es muy tratable si se descubre a tiempo. Sin embargo, el que posee Biden ya está muy avanzado y se extendió a los huesos, lo que significa que hizo metástasis.
¿Por qué el cáncer todavía no se puede curar?
Cómo se determina la “agresividad” del tumor
El cáncer diagnosticado al ex mandatario obtuvo una puntuación de nueve sobre diez en la escala de Gleason, la cual grafica la “agresividad” del tumor. Para obtener esta puntuación, los médicos toman varias muestras -llamadas biopsias– de la próstata para medir la peligrosidad del cáncer.
Una puntuación de Gleason de nueve «significa que las células parecen muy anormales y que es probable que el cáncer crezca rápidamente«, explicó Justin Stebbing, investigador del cáncer en la Universidad Anglia Ruskin del Reino Unido, al medio AFP. De todos modos, la complicación en la enfermedad depende mucho de las condiciones de vida que enfrenta cada individuo, sumado a patologías previas.

De hecho, alrededor del 97% de los hombres diagnosticados de cáncer de próstata siguen vivos cinco años después. El problema es que el porcentaje desciende al 28-33 por ciento cuando el cáncer se extendió a los huesos, como en el caso de Biden, explicó Stebbing
«La próstata metastásica no tiene cura», declaró a la AFP la oncóloga Natacha Naoun, del Instituto Gustave-Roussy de Francia. «Pero el tratamiento puede aumentar la esperanza de vida». Por otra parte, explican que al cabo de dos o tres años, «la terapia hormonal deja de funcionar y hay que pensar en otros tratamientos». La quimioterapia suele ser una opción en estos casos, pero podría suponer un grave riesgo para un paciente de más de 80 años.
Pero también surgen otras preguntas… ¿Es posible detectarlo a tiempo? «Sin más detalles, es imposible decirlo… ciertamente pueden pasar muchas cosas con este tipo de cáncer de próstata en un año», explican los expertos. «No podemos descartar la posibilidad de que se trate de una forma agresiva que se desarrolló rápidamente. Pero el cáncer de próstata suele diagnosticarse antes”.
TC/EM