Luego de la eliminación de Boca ante Alianza Lima, las redes
sociales vinculadas a River se pusieron en modo Copa Libertadores con las
menciones oficiales del propio club y hasta con un posteo del expresidente
Rodolfo D´Onofrio, porque como dice la canción “la Copa Libertadores es mi
obsesión, tenés que dejar el alma y el corazón”.
Si bien restan casi 20 días para el sorteo (17 de
marzo), y más de un mes para el debut (arranca la primera semana de abril), lo
que pasó con Boca acelera los tiempos y seguramente el fin de semana,
cuando juegue contra Estudiantes, la gente ya va a respirar Libertadores y Gallardo
tendrá que empezar a encontrar el equipo para ese torneo.
Lo que el ruido a Libertadores no podrá silenciar es el
problema del equipo que todavía no apareció, que no tiene una base definida
y que sigue sin afirmarse en una estructura de nombres que apenas si tiene
tres titulares indiscutidos, muy poco para un arranque de año que lleva
siete fechas y donde ya jugaron 25 jugadores.
El desafío de ampliar la base
Franco Armani, Gonzalo Montiel y Enzo Pérez son por
ahora los únicos jugadores a los que le sobra chapa para sentirse titulares
indiscutibles e indispensables. No es casual que sólo Armani tenga presencia
perfecta y que hasta hace un partido, contra San Martín de San Juan, tenía la
compañía del ahora lesionado Giuliano Galoppo.
Cuando arranque la Libertadores, y para eso restan 6
partidos y una fecha de eliminatorias en el medio, Gallardo deberá al menos
tener una base sólida de no menos de 8 jugadores, en especial desde la zaga
central y en la zona del medio donde hubo muchos cambios y pocos se quedaron
con el puesto que le tocó cubrir.
Los jugadores de los que se esperan más soluciones
Dos casos son simbólicos como los de Paulo Díaz, que
no fue titular en los primeros partidos y ahora pinta para meterse en ese lote
de indiscutidos, y Miguel Borja que tiene el karma de hacer goles pero
no poder entrar en el sistema de juego que pretende Gallardo lo que lo manda al
banco de suplentes muy seguido.
La lista de jugadores con roce y nombre pesados que
increíblemente no le resolvieron todavía a Gallardo las cuestiones de jerarquía
individual impactando en lo colectivo es larga: Marcos Acuña, Germán
Pezzella, Lucas Martínez Quarta, Matías Rojas, Facundo Colidio y Sebastián
Driussi por dar algunos ejemplos.
Mientras tanto y con el mercado de pases abierto, Gallardo
también debe resolver la llegada de al menos un volante más -Kevin
Castaño- que le funcione de rueda de auxilio y de reemplazo a su jugador
clave, Enzo Pérez, que está jugando demasiados minutos y que en un par de
partidos salió con calambres por el desgaste.
Gallardo sigue esperando a Kevin Castaño
Gallardo ve en el colombiano a ese jugador necesario y
que le pueda resolver con categoría la rotación de su capitán, pero el
tiempo le juega en contra porque el equipo del Krasnodar lo va a ceder recién
antes del cierre del libro el 12 de marzo más allá que hay un acuerdo para que la
operación se haga en casi 9 millones de dólares.
Así las cosas para este River que convive con la
impaciencia de la gente y que tiene al tiempo como un azote porque el
equipo sigue lejos de aparecer y ahora ese problema con el ruido de la
Libertadores se hará más evidente si no lo resuelve Gallardo en este marzo
intenso.