El mercado
de pases está en pleno movimiento y si bien Boca cerró las llegadas de Carlos
Palacios y recientemente la de Ayrton Costa, entre los hinchas hay cierta impaciencia
ya que consideran que la dirigencia se está demorando demasiado con la llegada
de caras nuevas, comparándose con la vereda de en frente, con River que ya sumó
cinco refuerzos hasta el momento.
Buscando cambiar
esos ánimos, el conflicto entre el Rayo Vallecano y James Rodríguez
despertó ese interés en el club por ir por él nuevamente para lograr un viejo
anhelo de Juan Román Riquelme y de su Consejo de Fútbol.
Para alimentar
aún más ese sueño de poder ver a la figura colombiana con la camiseta de Boca, la
relación del subcampeón de la Copa América 2024 con el conjunto español está
rota, por lo que terminará su vínculo y se quedará con su pase en su poder, tal
como ocurrió en junio de este año cuando salió de San Pablo.
Eso no es
todo, otro punto a favor para las negociaciones en el Xeneize es que la
salida de Gary Medel y que Luis Advíncula tiene la doble nacionalidad liberan cupo
de extranjero, por lo que no debería hacer ningún movimiento extra en ese
sentido ante una potencial llegada de James.
James
llena varios casilleros: refuerzo top, cumple el deseo de Román y cubre una
necesidad de Gago
Para la
última doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas, Colombia hizo escala en Boca
Predio para prepararse de cara al choque con Uruguay y Chicho Serna, ni lento
ni perezoso, se acercó al ex Real Madrid, le dio una camiseta con la 10 del
club y su nombre para de a poco tentarlo con la idea de defender los colores
del conjunto de la Ribera.
“Sería un
sueño tenerlo… Y no deja de serlo”, expresó Serna en ese entonces, dando a
entender que ese fallido intento en junio por hacerse de su pase no significaba
que no irían a la carga por él en un futuro.
James
estuvo en el radar en junio del año pasado, antes de que firmara justamente con
Rayo Vallecano, luego de quedar libre de San Pablo. Por entonces,
desde el Consejo también lo llamaron y la respuesta del colombiano tuvo un
argumento familiar: que como su pareja es modelo y viaja mucho a Europa,
prefería aprovechar alguna chance de jugar en el Viejo Continente.
Y así se
mudó a Madrid, aunque terminó teniendo una experiencia decepcionante. Llegó
como una de las grandes figuras de la Copa América y jugó poco: apenas
siete partidos entre Liga y Copa del Rey, uno solo de titular y sin goles
convertidos.
Por lo
pronto, el representante del jugador colombiano ya está trabajando en
la rescisión de contrato con el club español. Incluso, desde que se fue de
licencia por las Fiestas, James no volvió a presentarse a entrenar. Por lo
cual, está claro que su ciclo en España está cumplido.
Siendo un
futbolista pretendido por varios clubes, y más en estas condiciones, uno de los
que ya levantó el teléfono fue Junior de Barranquilla, quien jugará
la Copa Sudamericana. En ese sentido, en Boca están tranquilos porque saben que
tienen para ofrecerle un escenario más tentador ya que James podrá ser parte de
la Copa Libertadores y también del Mundial de Clubes, donde puede ser
otra de las caras del club en ese torneo top junto con Cavani.
Por lo
pronto, entonces, la situación de James alimenta la expectativa de que Boca
pueda meter un verdadero bombazo en este mercado con una figura top. Por
ahora, su situación ayuda a que Riquelme lo apunte otra vez y busque sumar a
otra figura internacional a su plantel. Y a Gago le vendría bien para
incorporar a ese volante creativo zurdo que entiende que el equipo necesita.
JP