El huracán Beryl ha golpeado la noche del jueves las costas del sur de México, convertido en ciclón de categoría 2, tras fortalecerse en su avance por el Caribe. Las autoridades de México esperaban que el fenómeno meteorológico llegara al país degradado a categoría uno, pero la peligrosa tormenta ha dado la sorpresa y ha tocado tierra la madrugada de este viernes al norte de Quintana Roo. Se espera que afecte a los Estados de la Península de Yucatán con lluvias torrenciales y ráfagas potentes a lo largo del viernes. El Gobierno de Quintana Roo, en el sureste del país, ha estimado en más de 150.000 las personas que pueden sufrir afectaciones por el temporal, mientras que en la vecina Yucatán las autoridades han habilitado más de 1.170 albergues para refugiar a quienes viven en zonas de alto riesgo. El huracán ya ha afectado al turismo de la zona en plena temporada alta por las vacaciones de verano, con más de 280 vuelos cancelados en el aeropuerto de Cancún, uno de los más importantes de la región. “¡Es momento de ponerse a salvo!”, advirtió el jueves por la noche la gobernadora de Quintana Roo, Mara Lezama, quien se mantenía al frente de la emergencia desde Tulum, donde estableció el puesto de mando para responder a la amenaza de la tormenta.

Las autoridades ordenaron desde el jueves en la tarde el cierre de zonas turísticas como playas y parques, mientras que oficiales de la Marina fueron trasladados hasta esas zonas para garantizar que se cumplieran las medidas de seguridad. Decenas de personas fueron trasladadas a refugios en tierra firme desde enclaves turísticos como Holbox e Isla Mujeres, muy vulnerables debido a las fuertes precipitaciones. En Cancún, importante centro turístico de la región, los hoteles de su codiciada costa de mar turquesa alertaron a sus huéspedes sobre la emergencia y las medidas de seguridad que debían tomar, que incluía permanecer en las instalaciones hasta que las autoridades levantaran la alerta por emergencia.

Las autoridades aeroportuarias informaron de que al menos 284 vuelos fueron cancelados en Cancún el jueves debido a la llegada del huracán. Cancún es uno de los principales enclaves turísticos de México y su aeropuerto cuenta con conexiones con el norte y sur de América e importantes destinos en Europa. “Recuerda verificar con tu aerolínea el estatus de tu vuelo antes de salir. Importante: ¡Los aeropuertos no fungen como refugios”, ha advertido la gobernadora Lezama. La ciudad turística lucía la noche del jueves fantasmagórica tras el cierre de comercios y la cancelación del transporte público. Pocos coches transitaban por sus calles azotadas por fuertes vientos. “Se espera que el semicírculo peligroso del sistema se desplace sobre la parte centro y norte de Quintana Roo, y todo el estado de Yucatán, con efectos de lluvias intensas y vientos muy fuertes”, alertó el Sistema Meteorológico Nacional en un comunicado.

Los Gobiernos de Quintana Roo y Yucatán decretaron desde la tarde del jueves la alerta roja, de máximo peligro, ante el temor de los estragos que pueda causar el huracán. “Entramos en la fase de peligro máximo. Refúgiate en un lugar seguro, conserva la calma y sigue rigurosamente las indicaciones de las autoridades. Permanece resguardado hasta que protección civil informen que terminó el peligro”, pidió la gobernadora Lezama. El Gobernador del Estado de Yucatán, Mauricio Vila, ordenó establecer las escuelas como albergues temporales en varias zonas de ese y suspendió las clases como medida preventiva. “Muchas escuelas se han habilitado muy temprano como refugios temporales para recibir a aquellas familias que habitan en lugares vulnerables ante estas contingencias”, dijo. El Gobernador también informó de que en las localidades del sur y oriente del Estado, que se espera sean las más afectadas por las lluvias ocasionadas por el huracán, ordenó que se suspendan las labores económicas hasta nuevo aviso. El gobernador también ha suspendido los servicios de transporte público desde la medianoche, incluida Mérida, la capital. “Recordemos que el pronóstico de la trayectoria e intensidad de este fenómeno puede variar de un momento a otro, por lo que pido acatar las medidas preventivas”, dijo Vila.

El huracán Beryl es el primero de la temporada que se forma en el Atlántico. Llegó a México tras impactar con furia en Jamaica y dejar al menos nueve muertos a su paso por el Caribe. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos ha alertado de que “el gran huracán” generará vientos con fuerza destructiva, marejadas ciclónicas y olas dañinas a su paso por la Península de Yucatán. Debido a esas amenazas y la potencia del meteoro, las autoridades de Quintana Roo, Yucatán y Campeche tomaron medidas de prevención para evitar pérdidas humanas. Decenas de familias de las zonas costeras se trasladaron a los albergues habilitados en estos Estados, mientras que el Ejército instaló cocinas móviles para garantizar la alimentación de quienes buscaran refugio por la tormenta. El huracán ha avivado en la memoria de los habitantes de Cancún el horror sufrido en 2005 por el azote de Wilma, que dejó una ola de mortífera y de destrucción en esta ciudad turística. También está viva la escalofriante experiencia de Cancún, que en el pasado octubre fue devastada por el huracán Otis. La noche del jueves, horas antes del golpe de Beryl, el presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a la población evitar riesgos y protegerse de la tormenta. “Es recomendable trasladarse a partes altas, a refugios o casas de familiares y amigos en otros sitios. No titubeemos, lo material se recupera. Lo más importante es la vida”, recomendó el mandatario.

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