Al otro lado de las coreografías, de la ostentación y de las sonrisas perfectas, hay un territorio en el ecosistema influencer que mueve miles de seguidores y mucho dinero. Allí no hay ni playas paradisiacas, ni recetas vistosas ni esos deslumbrantes trucos de maquillaje que plagan la Red. Solo las múltiples posibilidades y complejidades de las humildes hojas de cálculo. Dejando la erótica exclusivamente para los fanáticos de los números y las fórmulas, enseñar a utilizar Microsoft Excel o desvelar todos los secretos que nos permitan sacarle el máximo partido al programa se ha convertido en un nicho de lo más lucrativo en las redes sociales del momento.

En lo alto de la pirámide de este espacio se sitúa la treintañera estadounidense Kat Norton, que acumula un millón de seguidores en Instagram y casi la misma cifra en TikTok. Bajo el seudónimo Kat: Chief Excel Officer, la joven acuñó un estilo en el que replicaba ese lenguaje más coloquial de estas redes sociales para enseñar a utilizar esta herramienta de hojas de cálculo. El resultado, un éxito meteórico: Norton se ha convertido en millonaria gracias a una línea de negocio que incluye cursos online en su web, miss-excel.com, y mentorías en empresas y organismos como la Universidad de Cambridge o el grupo mediático ViacomCBS. En su perfil, Norton asegura haber formado a más de un millón de alumnos y, con ello, logrado una fortuna de siete cifras en dos años.

La canadiense Emily McDermott es otra influencer de Excel. Comenzó vendiendo plantillas de Excel en Etsy, la mayor plataforma global de venta online de artesanía y objetos de decoración. Dos años después había logrado 280.000 dólares. Una vía tan curiosa como lucrativa que no ha sido, sin embargo, la elegida por quien es uno de los influencers españoles más destacados del sector. Álvaro Marín es un ingeniero civil de 28 años nacido en Albatana que, desde Albacete, alimenta de contenido sus canales de Instagram y TikTok, bajo el usuario @excelconalvaro. Ante todo, se sincera: “No me considero influencer ni nada, esto ha salido así”.

Álvaro responde por teléfono a la que es, según confiesa, su primera entrevista. Cuenta cómo el Excel es su programa de cabecera desde que estudiaba una ingeniería y que lo sigue siendo profesionalmente: “Me dedico al sector del transporte, así que lo uso todavía más que antes”. En esa época pasada, pero olvidada del confinamiento, mientras unos hacían panes y distintas recetas, él grabó unos vídeos formativos para sus compañeros y se dio cuenta de la escasez de este tipo de vídeos en la Red.

Entre sus facetas también está la de ser músico. Eso, cuenta, le ayudó a crear un contenido más dinámico: “Siempre he tenido bastante habilidad para hacer vídeos”. Por eso, dice, vio la posibilidad de unir habilidades y, en 2022, probó suerte haciendo unos senci­llos sobre Excel. Sus seguidores y su contenido han crecido constantemente desde entonces. Aunque no todo ha sido fácil: “He experimentado al 100% las inseguridades de una persona que no se ha puesto nunca delante de una cámara”. También recuerda cómo al principio era mucho más introvertido, con miedos, pero poco a poco se ha ido soltando. “Luego, en mi vida, no soy tan abierto”, confiesa.

No vive de ser influencer por el método tradicional de monetización en redes sociales por volumen, pero su éxito sí le ha permitido crear su propia consultoría y cursos, tanto online como dirigido a empresas. En su caso, la pasión por las hojas de cálculo le han dado la fórmula del éxito en redes sin tener que aprender ni un solo paso de baile

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