La problemática inició en marzo, cuando el cerro desplomó un muro de contención y derribó el galpón de una de las vecinas. Desde entonces, sigue avanzando peligrosamente afectando a dos viviendas. Desde el municipio se busca reubicar a las familias.

La situación se ha vuelto insostenible para las familias que viven en Castelli debido a la rápida progresión del cerro. Gisela Bestil, una de las vecinas afectadas, comentó a Crónica que «la situación empeoró y el cerro avanzó con mucha velocidad». En mayo, el cerro se encontraba detrás de su casa, pero ahora ha avanzado por el lateral.

Bestil explicó que el 27 de mayo, «desde la Municipalidad vinieron a nuestros domicilios a explicarnos la situación de lo que iban a hacer y hablar sobre la reubicación de ambas familias». Sin embargo, un mes después, el cerro avanzó aun más rápido. «Cuando ellos vinieron, el cerro estaba pegado a la habitación de mis hijos, abarcando unos 30 o 40 centímetros de la pared. Hoy, el cerro ya supera la altura de la ventana».

Por precaución, Gisela había colocado maderas sobre la ventana de la habitación, pero ahora «una de esas maderas está casi completamente cubierta de tierra y el zócalo de la ventana está lleno de agua». Durante el último temporal de nieve y lluvias que azotó a la ciudad en la semana del 18 de junio, «el agua empezó a entrar por el calefactor de la habitación de mis hijos. Ya perdí el calefactor porque el cerro lo tapó de barro».

Esta situación obligó a Gisela a trasladar a sus hijos a dormir en el living de la casa debido a la falta de calefacción y la filtración de agua en su habitación. «Hay muchísima humedad y salitre del lado interior de la habitación, lo que genera que uno esté congestionado e influya lo que es la vía respiratoria. Entonces no los puedo tener a los nenes en esa habitación”, dijo.

Además, la pared de su propia habitación está humedecida y presenta filtraciones por el piso. La otra casa afectada, también sufre filtraciones en el lavadero y la cocina comedor, con paredes húmedas y zócalos “que están empezando a reventar debido a la presión y la humedad”.

Bestil, reiteró que a finales de mayo, el municipio hizo un relevamiento, las condiciones en las que viven y el estado en el que se encuentran las casas de ambas familias para, posteriormente, ser reubicadas. “Se supone que están trabajando en la búsqueda de alquileres, el tema es que hoy por hoy la realidad es que escasean los alquileres en zona norte puntualmente, que es donde nosotros vivimos y es donde nuestros hijos asisten a los colegios”.

Continuó explicando: “Reubicarnos en zona sur para nosotros sería un trastorno, entonces tienen que buscar algo cercano a la zona en la que estamos y no se están consiguiendo los alquileres y estamos ya más de un mes que ellos se acercaron a nuestro domicilio y todavía no podemos concretar el irnos de nuestra casa para que puedan trabajar en una posible solución”.

En este sentido, señaló que “lo que nos dicen es que tienen que hacer un estudio y quieren ver de poder canalizar ese agua, que es la que está bajando y la que está haciendo que se desplace el cerro y ver si con esa obra de una canalización pueden hacer que el cerro deje de avanzar, el tema es que hoy por hoy está avanzando demasiado rápido”.

“Psicológicamente ninguna de las dos familias estamos bien”

Esta situación afecta la vida diaria de las familias, sobre todo desde lo emocional. “Yo no sé si va a tener una solución pronto y la verdad es que queremos vivir en paz, necesitamos poder estar en nuestro domicilio y no estar pensando en si nos va a entrar agua en cada lluvia que cae”, dijo y agregó: “El sábado a la noche, cuando empezó a lloviznar, era estar pensando si me iba a entrar el agua de nuevo, entonces uno no duerme. Psicológicamente ninguna de las dos familias estamos bien, porque es una constante, es pensar qué más voy a perder”, lamentó Bestil.

“Ya en su momento, cuando apenas se me cayó el muro de contención y empezó a avanzar el cerro perdí un galpón con cosas que me costó muchísimo tener. Hoy, estoy perdiendo ya todas las paredes de mi casa y cuando empezó a entrar el agua si yo no empezaba a sacar los muebles de la habitación de mis hijos iba a perder también los muebles, entonces es como que empezás a pensar y decís cuántas cosas más tengo que perder para poder tener la solución de inmediato”.

Por último indicó: “Yo sé que desde el municipio están trabajando y están buscando el tema de los alquileres para reubicarnos, pero no se está consiguiendo y el tiempo a nosotros nos está corriendo demasiado rápido y necesitamos una solución”, finalizó.

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