El arranque del primer debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump anticipó el tono de todo el cara a cara. Los candidatos evitaron el tradicional apretón de manos y se dirigieron a sus respectivos atriles sin el menor gesto de cortesía. El candidato demócrata y actual presidente de Estados Unidos respondió con datos y demostrando preparación, pero vaciló por momentos y durante unos segundos titubeó con voz quebrada.

Pasados 30 minutos, Biden le recriminó al candidato republicano que llamara a las veteranos estadounidenses que fallecieron durante el Día D “imbéciles y perdedores” [“Suckers and Losers”]. “Eres un perdedor”, le ha respondido poco después el demócrata, invocando a su hijo Beau, que sirvió en Irak y falleció de un cárcel cerebral. Otros de los momentos estelares del debate fueron el intercambio en torno a Stormy Daniels. “No he tenido sexo con una actriz porno”, dijo en relación con el caso por el que se le incriminó y por el que fue condenado por falsificar registros contables para encubrir el pago de un soborno a la actriz; y el choque sobre la guerra en Gaza. “[Biden] se ha vuelto un palestino, pero a los palestinos no les gusta porque es un palestino débil”, le espetó el exmandatario.

Así transcurrieron los 90 minutos de debate para que en la recta final los dos contrincantes se enzarzaran en un intercambio sobre el golf. Fue en ese momento cuando Trump retó a Biden a un duelo personal, asegurando que no podría golpear la bola a 50 yardas (unos 45 metros). El actual presidente respondió a la provocación con ironía: “Me encantaría jugar contra ti, solo si cargas tu propia bolsa”.

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