El reciente temporal de nieve y lluvias en Comodoro Rivadavia y sus alrededores afectó gravemente a las familias en situación de vulnerabilidad o de bajos recursos. Alejandra Carrasco, voluntaria independiente de la ciudad, conversó con Crónica y destacó las múltiples solicitudes de ayuda que recibe continuamente de familias desesperadas.

“La verdad es que el temporal expuso lo que ya veníamos observando: hay muchas falencias en cuanto a lo estructural, en cuanto a cómo están dispuestas las viviendas, qué tipo de viviendas tenemos hoy en Comodoro”, señaló Carrasco. “Es necesario replantearse cómo está viviendo la gente y en qué condiciones”, agregó.

La voluntaria enfatizó en que el temporal tuvo un impacto profundo en aquellos que viven en condiciones precarias. “Aquellos que tienen techos de chapa, que no tienen una casa bien armada, que no tienen servicios, obviamente que el temporal les impactó tremendamente”, afirmó.

Además, lamentó que muchas familias sufrieron las mismas dificultades en temporales anteriores. “Lamentablemente, hay familias que lo habían padecido en el temporal anterior y esta no fue la excepción. Además, cuesta mucho reponerse para que otra vez vuelvan a ocurrir estas cosas”.

Alejandra Carrasco, voluntaria independiente de la ciudad.

Como ejemplo, Carrasco mencionó a los vecinos del barrio Abel Amaya, donde las grandes lluvias y el desborde del canal de la avenida Roca inundan la parte baja del barrio, justo en la unión con el barrio de las 1008. “El comedor Mi Lugar, ubicado en la avenida Chile, quedó bajo el agua y tuvieron que dejar de funcionar. Ya les había pasado en la inundación previa”. Carrasco también destacó la situación en Fracción 14 y 15, donde, además de ser intransitables por las lluvias, las familias deben elegir entre pagar la luz o la garrafa porque no tienen gas y no pueden acceder a leña. “No todos tienen la posibilidad de ir a las uniones vecinales a recibir leña o no tienen el dinero para pagar la garrafa”.

Familias del barrio Máximo Abásolo y sus extensiones, así como la zona de quintas, fueron muy impactadas. En la zona norte, desde el kilómetro 8 hasta el kilómetro 17, muchos vecinos en condiciones muy vulnerables también se vieron afectadas.

“Las familias que no tienen gas están desesperadas por el frío que atraviesan”

Si antes de la llegada del invierno ya se notaba la necesidad en muchas familias de contar con leña, garrafas, ropa de abrigo y frazadas, tras la tormenta esta problemática se agudizó más. “Las familias que no tienen gas están desesperadas por el frío que atraviesan”, dijo Carrasco.

“Están pidiendo asistencia porque lo poco que tenían y que les habían donado, se les mojó, incluyendo ropa de abrigo, frazadas y colchones. Ahora necesitan nuevamente frazadas, caloventores, ropa de abrigo, camperas y calzado”.

Después de la nieve y de las fuertes lluvias, las condiciones precarias de las viviendas y calles dificultan la llegada de ayuda. “Las calles están en condiciones súper precarias, entonces tampoco se puede acceder para ir a colaborar fácilmente por el barrial que dejan las lluvias”, explicó Carrasco.

Esta situación evidencia una vez más las falencias de la ciudad. “Es necesario cambiar la mirada y empezar a colaborar con esas familias para que vivan en las condiciones que se merecen, en una casa bien construida, con urbanización, cloacas, asfalto y gas”, afirmó.

Finalmente, hizo un llamado a la solidaridad: “Todo aquel que pueda ayudar y colaborar, siempre es bienvenido. Yo trato de poner en mi Facebook los teléfonos de las personas damnificadas para que se comuniquen directamente, porque no doy abasto y a veces tampoco puedo llegar a esos lugares. Apelamos a la solidaridad de todos para colaborar con estas familias que son muchas y necesitan salir de este momento”, concluyó.

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