La desaparición del pequeño Loan en Corrientes evoca el caso de Hernán Soto en Comodoro Rivadavia, ocurrido ya hace 26 años

Más de 120 niños han desaparecido misteriosamente en las últimas 3 décadas en la República Argentina. Pese a multitudinarias marchas y búsquedas por cielo, tierra y agua, jamás se volvieron a tener novedades. Esto a colación de una nueva desaparición que conmueve a la Argentina.

Todo un país sigue con expectativas y conmocionado en los últimos días por la desaparición del niño Loan Danilo Peña, de apenas 5 años, desaparecido entre las 14 y 14:30 en el paraje Algarrobal de la localidad correntina de 9 de Julio el pasado jueves 13 de junio. Es la misma conmoción colectiva que ganó la atención de la sociedad hace poco más de 3 años en la provincia de San Luis. La pequeña Guadalupe Lucero tenía la misma edad que Loan, y solo 3 años y un día es la diferencia de haberlos visto por última vez entre uno y otro. Guadalupe desapareció a las 19:20 el 14 de junio del 2021 en el barrio 554 viviendas de la capital de la provincia cuyana. Jugaba con unos primos que dijeron haber visto una mujer vestida de negro en un vehículo que se la habría llevado.

En ambos casos se unieron fuerzas de seguridad y de agrupaciones civiles por aire, agua y tierra. Centenares de hombres y mujeres se unen y unieron a sus búsquedas. También desde el Ministerio de Seguridad de la Nación ofrecen recompensas de 5 millones a quienes aporten datos respecto a sus paraderos.

En el caso de Guadalupe pasaron más de 3 años y pese a la gran difusión por todo el país y países limítrofes, hasta el momento no hay rastros de la niña que hoy tendría 8 años. No apareció ni viva ni muerta.

Y ni hablar del caso Sofía Herrera, cuta desaparición promovió la Ley “Alerta Sofía”. Tenía 3 años y 8 meses cuando desapareció el 28 de septiembre del 2008 de un camping municipal de Río Grande, en Ushuaia y estaba acompañada de su familia y un matrimonio amigo. Como Loan, la nena se separó por breves minutos del grupo y nunca más la volvieron a ver.

Sofía Herrera. Tenía 3 años y 8 meses cuando desapareció el 28 de septiembre del 2008 de un camping de Río Grande, en Ushuaia y estaba acompañada de su familia y un matrimonio amigo.

Y el caso que conmovió a Comodoro Rivadavia y también llegó a medios nacionales fue la no menos misteriosa desaparición del niño Hernán Enrique Soto del camping San Carlos situado a 30 kilómetros al norte de esta ciudad. Ocurrió el 1 de enero del 1997 cuando la familia residente en barrio Máximo Abásolo llegó a pasar el principio de año nuevo, y en el lugar se concentraban cerca de 2.000 personas.

El pequeño se perdió de pronto en la tarde después de haber ido a comprar una gaseosa a la proveeduría del lugar y nunca más se lo volvió a ver. Su madre Marcela Muñoz aún mantiene la esperanza de encontrar a su hijo que hoy tendría unos 36 años.

Hernán Enrique Soto. El niño comodorense desapareció misteriosamente del camping San Carlos, situado a 30 kilómetros al norte de la ciudad, el 1 de enero del 1997. Había ido con su familia, residente en barrio Máximo Abásolo, a pasar la jornada del primer día del nuevo año.

Esto en el contexto de aquellos tiempos donde en la ciudad otrora capital del petróleo sumaban muchos desaparecidos, entre menores y adultos de quienes jamás se tuvieron novedades y, en algunos casos, se sospechó de cruentos homicidios.

¿Dónde están los niños desaparecidos?

Y el hecho de que fueran sumándose muchos casos similares a lo largo y ancho del país fue la razón por la que en el año 1999 fundaran el PROTEX (Procuraduría de Trata y Explotación de Personas) y también se creara Missing Children Argentina, organismos que intentaron copiar y mejorar la manera de trabajar de Missing Children Estados Unidos. PROTEX por estos días trabaja en conjunto con fiscales y jueces que entienden en la causa del pequeño Loan en la provincia de Corrientes.

En todos los casos aludidos hay muchas cuestiones en común: grandes recursos humanos y estructuras vehiculares y tecnológicas en sus respectivas búsquedas; diversas conjeturas e hipótesis de lo que pudo haber pasado; sospechas sobre determinadas personas que nunca pudieron corroborarse fehacientemente (Aunque en el caso de Loan pareciera haber firmes sospechas hacia 3 detenidos, incluyendo un tío poco conocido de la inocente víctima); reconocidas videntes del país que en otros casos han aportado su granito de arena; y la sospecha peor y que causa escalofríos de solo pensarlo: que fueron víctimas de personas inescrupulosas y tal vez poderosas, dedicadas al tráfico de órganos humanos.

En la mayoría de los casos, por no decir todos, quedaron en la nada con la lógica incertidumbre de los familiares de las víctimas que no pierden sus esperanzas de dar alguna vez con sus seres queridos.

Compartir

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *