Nuevos estudios confirmaron la presencia de microplásticos en el pene humano, un hallazgo que preocupa a la comunidad científica por los alcances del impacto sobre la salud. En paralelo, se está investigando si la disfunción eréctil está asociada con esta modalidad de contaminación.
El descubrimiento de microplásticos en el pene planteó interrogantes y conjeturas sobre la caída de la fertilidad masculina en las últimas décadas. Los investigadores se preguntan si el fenómeno no responde al potencial dañino de los microplásticos, que alterarían la reproducción.
Sin saberlo, las personas consumen microplásticos al comer, beber y respirar: la detección de las partículas en múltiples muestras de sangre vino a convalidar muchas de las advertencias formuladas por científicos y activistas del medio ambiente. En investigaciones anteriores se señaló que un litro de agua embotellada contiene un promedio de 240.000 partículas de plástico.
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A la luz de los nuevos hallazgos, un estudio reciente partió de la premisa de que el pene podría ser particularmente vulnerable a esta modalidad de contaminación con microplásticos debido al alto flujo sanguíneo durante las erecciones.
La investigación en cuestión se publicó en el prestigioso portal de International Journal of Impotence Research – Your Sexual Medicine Journal.
El microplástico invade la costa europea y despierta preocupación entre los expertos
El estudio evaluó tejido extraído de cinco hombres que se sometieron a una cirugía de implantes de pene para tratar cuadros de disfunción eréctil en la Universidad de Miami entre agosto y septiembre de 2023.
En cuatro de los cinco casos examinados, se encontraron microplásticos, siendo el PET y el polipropileno (PP) los materiales más frecuentes. Ambos se utilizan en envases de alimentos y bebidas, así como en otros artículos cotidianos. Las partículas halladas en las muestras analizadas variaron en tamaño desde 0,5 mm hasta 0,002 mm.
El Dr. Ranjith Ramasamy, quien dirigió la nueva investigación desde la Universidad de Miami en los Estados Unidos, explicó la problemática: “El pene es un órgano vascular y esponjoso, por lo que definitivamente es vulnerable. Sabemos que la disfunción eréctil es multifactorial. Necesita buenas hormonas, nervios, suministro de sangre y buen tejido muscular liso para que se produzca una erección».
“Descubrimos que había microplásticos en el músculo liso del pene. Todo lo que sabemos es que se supone que no deben estar allí y sospechamos que podrían provocar una disfunción del músculo liso”, consignó el médico que conduce la investigación.
A su vez, aclaró que es necesario complementar estos hallazgos con más investigación para determinar el rol potencial de los microplásticos en la disfunción eréctil y la infertilidad masculina.
Hallan microplásticos en las venas y sugieren que podrían afectar las cirugías coronarias
Al respecto, ensayos recientes en ratones permitieron confirmar que los microplásticos redujeron el recuento de espermatozoides, provocando asimismo anomalías y alteraciones hormonales.
Si bien por ahora se desconoce el alcance de su impacto sobre la salud humana, la ciencia ya tiene evidencias de que los microplásticos causan daños a las células humanas.
Las pequeñas partículas son capaces de causar inflamación en los tejidos, (como lo hacen las partículas contaminantes del aire) y los químicos agregados en los plásticos podrían causar daños adicionales. En efecto, los médicos comprobaron que existe un riesgo mucho mayor de muerte por accidente cerebrovascular y ataque cardíaco en personas cuyas arterias estaban contaminadas con microplásticos.
Microplásticos y nanoplásticos
El toxicólogo Matthew J. Campen, coautor de un estudio publicado en mayo que alertó por la presencia de microplásticos en testículos humanos, dialogó con CNN y consideró que el nuevo estudio «confirma la ubicuidad de los plásticos en el cuerpo”.
«Los plásticos generalmente no reaccionan con las células y sustancias químicas de nuestro cuerpo, pero podrían alterar físicamente muchos de los procesos que nuestro cuerpo emprende para su funcionamiento normal, incluidas las funciones relacionadas con la erección y la producción de esperma», detalló el especialista.
Los microplásticos son fragmentos de polímeros que pueden variar en tamaño desde menos de 0,2 pulgadas (5 milímetros) hasta 1/25.000 de pulgada (1 micrómetro). Los elementos por debajo de este umbral se consideran un nanoplástico que debe medirse en milmillonésimas de metro. Se forman cuando los plásticos más grandes se descomponen, ya sea degradándolos químicamente o fragmentando físicamente en porciones más pequeñas.
Según los expertos, algunas partículas minúsculas pueden invadir células y tejidos individuales en órganos importantes y cada vez hay más evidencia de su presencia en el organismo numano.
CA/ED