Quién es el argentino distinguido como uno de los 7 sabios de la humanidad en cirugía cardiovascular

Federico Benetti, un argentino de 76 años, es una de las figuras más destacadas de la medicina en el país. Por haber creado cinco técnicas en cirugía cardíaca, tres para la enfermedad coronaria y dos para las válvulas cardíacas, fue distinguido como uno de los “7 sabios de la humanidad de la década de oro de la cirugía cardiovascular” la semana pasada, en Grecia. “La sensación de entrar al viejo Parlamento de Atenas fue lo más fuerte que sentí a lo largo de mi carrera”, declaró.

En sus 52 años de carrera, Benetti cambió la historia de la cirugía coronaria y cardíaca. Con sus innovaciones en técnicas y tecnologías, consiguió más de 30 patentes de invención y realizó más de 500 presentaciones y publicaciones de su especialidad. Ya había sido homenajeado en Grecia en 2008, cuando su nombre apareció entre los de 50 médicos que recibieron un monumento en la Fundación Hipocrática en la isla de Cos.

En su trayectoria, operó a más de 6 mil pacientes con enfermedades cardiovasculares y recibió innumerables menciones en todo el mundo, entre ellos el premio R&D en la Academia de Ciencias y Artes de Chicago por su invento del estabilizador mecánico, como parte de “los 100 inventos que modificaron la vida del hombre”. También recibió la mención de Padre de la Cirugía con el Corazón Latiendo en Oxford, Inglaterra, y es uno de los inventores de un sistema para tratar las arritmias del corazón en forma totalmente no invasiva.

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Por sus inventos no cobra derechos y es el único cirujano cardíaco del mundo que tiene dos patentes de invención en técnicas de cirugía de corazón: la de MIDCAB (revascularización coronaria de la arteria descendente anterior mediante derivación aortocoronaria mínimamente invasiva) y XIPHOID APPROACH (técnica con la que realizó la primera cirugía coronaria ambulatoria del mundo, en Rosario). Benetti exportó y formó a numerosos cirujanos en todo el mundo y creó centros de salud en 45 países.

El pasado 28 de mayo, en la cuna de la civilización occidental, fue homenajeado junto a Gianni Angelini, quien en 1992 fue nombrado Catedrático de Cirugía Cardíaca de la Fundación Británica del Corazón en la Universidad de Bristol; Christopher Salerno, líder mundial en cirugía cardiaca y experto en la realización de complejas intervenciones quirúrgicas a pacientes que padecen una amplia gama de afecciones cardiacas en los Estados Unidos, e Hisayoshi Suma, de Japón, junto a otros médicos reconocidos provenientes de Estados Unidos, India e Italia, detalló Infobae.

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Fue la primera vez que se hizo este reconocimiento a los “7 sabios de la humanidad de la década de oro de la cirugía cardiovascular”. “La sensación de entrar al viejo Parlamento de Atenas fue lo más fuerte que sentí a lo largo de mi carrera. Para mí, representa un cambio de paradigma importante porque en ese lugar se inscribe la medicina en la historia de los filósofos. Este reconocimiento representa el broche de cierre de mi trayectoria en la cirugía coronaria”, reflexionó en diálogo con Clarín.

Sin embargo, lejos de buscar retirarse, el argentino está desarrollando una técnica de cirugía coronaria ambulatoria. “Quiero cambiar la forma y la estructura de cómo se hace el tratamiento integral de la enfermedad coronaria. En Japón abrimos la primera clínica porque tiene la ley más avanzada y nos permite hacer stem cells o células madre más primitivas”, explicó, quien en 2003 implantó por primera vez células madre autólogas y realizó un baipás coronario con el corazón latiendo. En 2005 utilizó por primera vez, en 10 pacientes con miocardiopatía idiopática (insuficiencia terminal), células madre fetales y observó años de sobrevida.

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Cómo llegó Federico Benetti a la excelencia como cirujano cardíaco 

Federico Benetti nació el 29 de noviembre de 1947 en Pascanas, Córdoba, donde su papá trabajaba como médico rural. Sin embargo, se crió en Rosario, donde cursó sus estudios. Ya a los 14 años sabía que quería dedicarse a la cirugía cardiovascular, por influencia familiar. “Mi papá fue el primer cirujano cardiaco que hizo una operación a corazón abierto en Argentina, en 1958. Tenía un Instituto con un departamento experimental donde me enseñó cómo mantener vivo, latiendo, el corazón de un sapo. Ahí empezó todo. No me interesaba ser médico, nunca tuve dudas de que quería ser cirujano cardíaco”, narró a Clarín.

Benetti se recibió en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Rosario, luego realizó un periodo de capacitación en la Universidad de San Pablo, Brasil, para establecerse nuevamente en Rosario. “Entrené en Brasil y a los 24 años hice mi primera operación de corazón. Siempre trabajé obsesivamente”, añadió en diálogo con el mencionado medio. En 1978 realizó con éxito la primera cirugía de baipás coronario con el corazón latiendo y después desarrolló la tecnología para la técnica que ahora se utiliza en todo el mundo.

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En febrero de 1981, realizó el primer trasplante cardíaco del interior del país, en la ciudad de Rosario. En 1984 se trasladó a Buenos Aires. Para el año 1991 había realizado, en 700 pacientes, cirugía coronaria sin circulación extracorpórea y estableció la Fundación Benetti con recursos propios. Su primera publicación científica fue en la Revista de la Sociedad Argentina de Cardiología, en 1980. En 1989, fundó junto al cirujano japonés Jerry Wada y a varios especialistas, en Osaka, la Sociedad Internacional de Cirugía Cardiotorácica (ISCTS).

En 1994 cambió para siempre la cirugía cardíaca mínimamente invasiva, al inventar la operación MIDCAB, al realizar exitosamente un baipás a un humano sin abrir la cavidad pleural, valiéndose de una toracoscopia asistida por video, con el corazón latiendo. Más tarde llegaron más inventos valiosos para la medicina que le valieron de múltiples reconocimientos y cientos de publicaciones.

 

ML / ED

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